11/2/2024

Humos, caldos, arroces, olores, brindis y hermandad: el evento que congregó a más de 100 personas para celebrar la cultura del arroz

Eduardo torres reúne a llauradors y chefs en un evento de arroces único, lleno de pasión y tradición.

Llauradors, chefs y Kilómetro cero

La pasión de Edu Torres por lo que hace y el producto que vende, el arroz, le llevaron a plantear un año más un encuentro único y necesario entre llauradors y chefs. Un encuentro en el que entender mejor lo que es el kilómetro cero y, de esta forma, ponerle cara a los labradores que se dejan la piel en el campo.

Llauradors como Rafa, como Vicent, como Hilario, o como Ximo y familia son los que llevan años trabajando esos campos con y para la familia Molino Roca. Y de la necesidad de ponerles cara y nombre, de la necesidad de entender lo que es el arroz, la cultura de la paella y el convoy que se cocina alrededor de esta, surge una segunda e inigualable edición de #CLANDESTINOS en el 23.

Si en la edición de 2022 se logró congregar a 30 chefs, en esta ha sido medio centenar. Que se dice pronto.Una auténtica batalla campal de humos, caldos, arroces, olores, brindis y hermandad.No hay nada como las paellas para crear ese sentiment de equipo y honor al ritual del buen arroz.

La cita: el Casino de El Romaní

El evento empezó a las 10 de la mañana en el ‘Casino’ de El Romaní. Centro neurálgico de nuestros llauradors, que se reúnen cada mañana a fer el esmorsar.Pero este 16 de octubre estaba a rebosar de gente que desde luego no trabajaba en el campo, pero ‘quería comerse una buena paella’, no perderse el evento de Torres y vivir el arroz desde el arrozal.Se gritaban bocadillos de lado a lado del local, en las mesas los manteles de papel se llenaban de pieles de cacaus, gotas de casalla, muchos huesos de olivas, migas de pan y restos de cremaets apurados sabrosamente.

Aquí nos citamos. Como si de una rave se tratase, Eduardo convocó a todo el mundo a la antigua, o más bien nueva usanza: envió por WhatsApp el punto de encuentro en el Casino a todos los invitados al evento.Una auténtica locura para el propio Eduardo, una fiesta casi remember para todos los asistentes: punto de encuentro por mensaje, un autobús nos desplazó hasta el lugar, una llegada apoteósica.

50 fuegos salpicando alunísono

Un despliegue descomunal de proveedores y asistentes se dirigía a los arrozales.
La cosecha finalizaba unas semanas previas al evento y ahora eran todo columnas de humo, de la quema de paja seca, las que daban la bienvenida a los chefs e invitados.
Vermut, vino, birras, carnes, pulpo, jamón fino, David Guapo, Eduardo de lado a lado, nuestros llauros y la gente sin darse nada de tregua, todo de golpe y qué disfrute de golpe.
De sopetón y sin salpicón. Pero todo bien salpimentado.
Nunca es suficiente el tiempo en una paella, porque una paella es todo lo que sucede alrededor y este 16 de octubre pasaban muchísimas cosas.
Había empezado a las 10 de la mañana, pero a las 15 de la tarde, con un sol abrasador que disipó, como de costumbre, cualquier atisbo de nube con la que pudimos despertarnos, se prendieron los 50 fuegos a la vez.
Y no hubo ni fuego, ni humo, ni vino que tumbase o apartase a los 50 chefs de sus respectivas paellas.

Conejos, caracoles, garrofó, anguilas, setas de temporada, patos azulones, gamba roja, rabo de toro, garbanzos, bacalao al pilpil, buey de mar, flores de calabacín, foie, caviar, pan de oro… pasear entre los paelleros y sus columnas de humo era una alfombra roja del producto local de cada chef de cada parte de España.

Porque lo increíble de todo es que Eduardo consiguió reunir a artesanos de las paellas, pero de todas partes de la península, precisamente para hacer honor a su mítica frase sobre la importancia de “no considerar la paella y la tradición como una camisa de fuerza”.
Eduardo aboga siempre por atreverse a romper con la visión dogmática sobre la paella, y darle siempre libertad al cocinero para que esta tradición se convierta en cultura.

 

Quiénes nos acompañaron

Entre los chefs que asistieron a este encuentro, teníamos a dos invitados especialmente importantes para la familia Molino Roca, que fueron Paco Gandía y Josefa Navarro.
Quienes, tanto según Eduardo como Ferrán Adrià, preparan el mejor arroz del mundo.
Fueron homenajeados y nos homenajearon con el tradicional arroz que llevaban 37 años haciendo en El Pinoso: el de caracoles y conejo en leña de sarmiento.

De Valencia los invitados fueron Luis Valls (‘El Poblet’), Abraham Brandez (‘Gran Azul’), Pierpaolo Ricciardo y Juan Ramón Aineto (‘A Fuego Lento’), Chemo Rausell (‘Napicol’), Pablo Margós (‘Vaqueta Gastro Mercat’), Pepe Fortea (‘Territorio Paella’) y el Grupo Gastroadictos; además de Salva Martínez (‘El Gordo y El Flaco’) y Carlos Ponce, chef de ‘Cocoa Patacona’, en la playa de Alboraya.

De los ubicados en la provincia de Alicante fueron Ismael Martínez (‘Nou Manolín’), Sergio Box (‘La Perla de Jávea’), Marta Devesa (‘Hogar del Pescador’), César Marquiegui (‘El Cranc’), Noelia Pascual (‘Cachito’), la familia Gómez (‘Racó del Pla’), Alfonso Mira (‘Alfonso Mira’, Aspe), Josetxo Pajares (‘La Mejillonera’), Juanlu Parra (‘Koiné Bistró’), Nanin Pérez (‘Barrazero’) y Mar López (de arrocería ‘Estiu’).

De la gente del sur, por ejemplo, vinieron Diego René (‘Beluga’, Málaga), Paco Dondel (‘El Muro’, Vejer de la Frontera en Cádiz), Carlos Otaola (‘Arrozante de Barceló Hoteles’, Sevilla), Raúl López, de la arrocería ‘Akala’ (Almería), Gonzalo Mancera (‘Asador La Perdida’, Sevilla), Bartolomé Lozano (‘Puerta Madrid’, Albacete) o Antonio Flores, de ‘El Vasco’, parada indispensable en la A3 a la altura de Villarubio (Cuenca).

Y finalmente la gente de las islas y del norte de España que nos deleitaron con la originalidad de sus paellas fueron Marcos Jimeno, de Bizkaia, con su asador ‘Kanala’ (Arteaga), o Fran Alarcón, de ‘Getxo Paellas’.
De Valladolid vino el grupo Moga, que cuenta con el restaurante-arrocería 'Aquarium'.
De las Baleares, Juan Exojo (‘Can Pasqual’, Ibiza), José Serra Tur (‘Pepe Maysi Hotel’, Formentera), los hermanos Alberto y Loredano Morillo ('Sol Cala Saona', Formentera), Pruden Izquierdo (‘Sa Bouera Golf’, Menorca) y Emilio Sanblas (‘Es Cranc Pelut’, Menorca).

Y, como no, los canarios Santi Benéitez (‘SeBe’, Lanzarote), Lázaro Rodríguez (‘La Laja’, Tenerife) y Gastón Pereyra (‘El Mirador Ritz Carlton Abama’, Tenerife).

Y, a más a más, desde Roma voló Ismael, que ha logrado conquistar a los romanos con sus paellas y tapas españolas en el restaurante ‘Pika Pika’.

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