Tostamos la cebolla sin aceite hasta que quede bien dorada. Desglasamos con vino y, en paralelo, doramos las galeras y pescados. Juntamos todo con las verduras y hervimos durante 20-30 minutos. Se puede infusionar azafrán para potenciar el aroma y el color.
Infusionamos suavemente el aceite con las cabezas y cáscaras de unas gambas. Reservamos los cuerpos para picarlos e integrarlos más tarde en el sofrito.
Sofreímos ajo, luego el tomate, añadimos la cebolla caramelizada, el pimentón y el vermut. Incorporamos las cabezas machacadas y los cuerpos picados de las gambas para enriquecer el conjunto.
1. Calentamos el aceite restante, marcamos ligeramente las gambas y el rape (que reservamos).
2. Cocinamos los calamarcitos hasta que suelten su agua y empiecen a chisporrotear.
3. Añadimos el sofrito, mezclamos, y vertemos el fumet caliente.
4. Cuando rompa a hervir, incorporamos el arroz y cocinamos durante 18 minutos, procurando una cocción uniforme.
5. A falta de pocos minutos, devolvemos el rape y las gambas a la paella para que se terminen junto al arroz.
Una paella equilibrada, sabrosa y llena de matices. El fondo profundo, el punto del arroz y la calidad del marisco hacen de este plato una verdadera obra de arte.